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Los masajes capilares son, junto a los clásicos de la fisioterapia, una alternativa eficaz para el alivio corporal. Esto gracias a sus movimientos y diferentes presiones que se ejercen con las manos en zonas específicas. En este sentido, producen relajación muscular y aportan significativos beneficios para los huesos.
Sin embargo, el tipo de masaje del que queremos hablarte tiene finalidad estética. Su principal objetivo es detener el progreso de la calvicie, esto debió a que ayudan a estimular los vasos sanguíneos. El resultado es una buena circulación de la sangre en la zona del cuero cabelludo. Te invitamos a profundizar en los beneficios de los masajes capilares.
¿Qué son los masajes capilares?
Los masajes capilares van dirigidos a la estimulación de los nervios. Asimismo, a los vasos sanguíneos y los músculos que pasan por el cuero cabelludo. Se realizan usando la yema de los dedos, aunque también se puede hacer uso de masajeadores capilares.
Los movimientos que se usan para realizarlos suelen ser pequeños y limitados en radio. Se recomienda, además, que se hagan de forma circular. La presión debe ser leve, aunque significativa para generar los distintos efectos beneficiosos. Estos masajes se recomiendan tanto para relajar como para disminuir problemas capilares como la calvicie.
¿Para qué sirven los masajes capilares?
Hacen parte de una de las técnicas que pretenden crear condiciones favorables para prevenir los síntomas de la alopecia. Específicamente, de la alopecia androgénica. Este tipo de alopecia tiene un factor genético hereditario, por lo que se puede trasmitir de generación en generación.
Sin embargo, que sea heredable no es igual a que quien lo padece tenga que resignarse a sufrir sus síntomas. Aunque el diagnóstico sea alopecia androgénica, es importante que el paciente tenga en cuenta las diferentes alternativas. Las mismas le pueden ayudar a detener o retrasar la caída del cabello.
En este caso, los masajes capilares son una excelente técnica para combatirla. Aunque se recomienda usarlos con otros tratamientos para la calvicie. Alguna de estas alternativas son la mesoterapia y la bioestimulación capilar. Estas pueden ayudar a potenciar los resultados, haciéndola más receptiva al tratamiento.
Beneficios de los masajes capilares
Los beneficios de los masajes capilares son varios. En primer lugar, los masajes capilares logran estimular tanto la microcirculación de los tejidos como la vascularización. Es decir, incrementan la dilatación de los vasos sanguíneos. En segundo lugar, resultan beneficiosos para el sistema inmunológico, pues previenen las inflamaciones y la formación de edemas.
En tercer lugar, los masajes capilares sirven para eliminar toxinas y células muertas. Por lo tanto, se eliminan las obstrucciones que perjudican el desarrollo natural de los folículos pilosos. Al retirar todos esos excesos de grasa, se logra que los folículos pilosos tengan una recepción óptima de los nutrientes. Esto resultará en un saludable crecimiento del cabello.
¿Cómo realizar un masaje capilar?
Antes que nada, es necesario conocer que este tipo de masajes podemos realizarlos nosotros mismos. Aunque está demás decir que puede resultar aún más relajante si nos los proporciona otra persona. Sobre todo, si es alguien que ya tiene experiencia en su aplicación.
La única contraindicación a considerar es en el caso de las personas que tengan una considerable producción de grasa capilar. De masajear demasiado el cabello, puede producirse mayor cantidad de sebo. Lo que puede provocar un efecto negativo en el desarrollo saludable de la hebra capilar.
En cuanto a cómo masajear el cuero cabelludo, conviene tomar en cuenta las siguientes indicaciones:
1° Fase
Se trata de relajar el cuero cabelludo a través de la aplicación de la yema de los dedos. Aunque evitando tocar los pulgares entre sí. Las manos deben posicionarse de forma opuesta por detrás de la cabeza. Luego de esto se moverá el cuero cabelludo de abajo hacia arriba. Finalmente, se repetirá estos movimientos en un intervalo de diez segundos, entre 10 y 20 veces.
2° Fase
En esta fase se aplican aceites para masajes capilares (que pueden ser de lavanda, romero o tomillo). Estos contienen principios activos que resultan beneficiosos no solo para nuestro cabello, sino para nuestra piel.
Sus finalidades básicas son: provocar la mayor fluidez posible de la irrigación sanguínea, y aumentar la humedad en cabellos secos. Para lograrlo hay que añadir dos o tres gotas del aceite seleccionado. Se recomienda que estos sean esencialmente de uso cosmético.
3° Fase
Una vez que hayamos culminado con estas fases preliminares, viene el turno de los masajes capilares propiamente dichos. Estos deben ser aplicados con las yemas de los dedos, evitando el uso de las uñas. Con la punta de los dedos, extenderemos y contraeremos los dedos de dos a tres veces. Debe hacerse en cada una de las zonas del cuero cabelludo.
Los movimientos deben ser suaves y lentos, siguiendo un patrón circular. Su duración no debe ser menor a tres minutos, y podemos repetirlo cuantas veces sea necesario.
Tipos de masajes capilares
Los diferentes tipos de masajes capilares son:
- Fricción: se deben llevar a cabo lentamente, con suavidad y uniformemente. Se realizan de forma circular, aunque en un único sentido.
- Frotación: se realizan deslizando las palmas de las manos o la punta de los dedos. De esta forma se comprime la piel mientras se realizan movimientos circulares.
- Percusión: se administran dando breves, aunque sutiles golpecitos con las palmas de las manos. Estas deben tener forma cóncava. También pueden realizarse con la yema de los dedos.
- Presión: se basa en comprimir un área específica, ya sea con las palmas cerradas o las puntas de los dedos.
- Vibración: se realiza la yema de los dedos o con las palmas de las manos. Se ejerce una suave presión en la piel que genere vibración.
¿Qué aceites sirven para dar masajes capilares?
Los aceites naturales sirven para nutrir y mejorar la salud de tu cabello. Por tal razón, te presentamos algunos de los aceites más beneficiosos para tu cabello.
- Aceite de coco extra virgen: sus agentes antimicrobianos ayudan a combatir la caspa, la picazón y las infecciones.
- Aceite de argán: tiene las propiedades perfectas para la hidratación de un cabello seco y maltratado.
- Aceite de aguacate: ayuda a reparar las cutículas del cabello y a impedir el cabello quebradizo.
- Aceite de pepitas de granada: este fortalece y aporta densidad al cabello.
- Aceite de jojoba: se usa para reparar el cabello dañado, debido a que ayuda al crecimiento y la salud del cabello.
- Aceite de romero: se usa como tratamiento para la calvicie y la pérdida de pelo. También como anticaspa, para la piel escamada o infecciones.
- Aceite de oliva extra virgen: además de hidratar, ayuda a la circulación sanguínea. También deja el cabello suave y liso.