pacientes que no son aptos para el injerto capilar

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La medicina y sus avances en el ámbito capilar, han hecho posible que muchas personas puedan superar su alopecia. Además de llevarles a recuperar la densidad de su pelo, también han devuelto la confianza y seguridad que habían perdido. Esto, gracias a la trasplantación de cabello, que permite el crecimiento natural de las hebras, cuando se habían perdido para siempre. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, existen pacientes que no son aptos para un injerto capilar.

Si has comenzado a percibir caída del cabello y estás buscando alternativas para resolverla, es posible que hayas considerado el injerto capilar. Esta cirugía, aunque es simple, no es apta para cualquier paciente. Son diversos los factores que influyen en la capacidad o carencia de ella, para someterse a esta intervención. Por lo que es necesaria la evaluación profesional de un experto en tricología. En este artículo, podrás conocer las razones por las que podrías no ser candidato a tal procedimiento.

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¿Qué es el injerto capilar?

El injerto capilar es un método en el que es posible volver repoblar el cuero cabelludo, utilizando pelo de un área con folículos pilosos activos. Es un procedimiento estético en el que se toma cabello propio del paciente, para ser injertado donde la caída del cabello ha causado estragos. Esta operación se efectúa con anestesia local, por lo que es indolora. Además, no existe la posibilidad de que el paciente desarrolle algún tipo de rechazo, por ser una cirugía autóloga.

¿Cuándo no es posible realizar un injerto capilar?

Ciertos factores como la genética, enfermedades o estilo de vida, pueden ser determinantes en la posibilidad de que un paciente se someta a esta intervención. No obstante, para tener la seguridad de que exista o no la forma de realizarla, es necesario efectuar un diagnóstico profundo del paciente por parte de un experto. De esta forma, podrá determinarse el tipo de alopecia que se sufre y demás criterios para establecer el mejor tratamiento.

En los siguientes casos, el injerto capilar no podrá realizarse:

Calvicie muy extendida

Existe un tipo de alopecia llamada universal, que se caracteriza por la pérdida total del cabello debido a un trastorno autoinmune. Este no solo afecta al cuero cabelludo, si no que provoca la caída capilar en todo el cuerpo.

Esta clase de alopecia no es candidata a la ejecución de un trasplante de cabello. Puesto que no existen hebras ni en el cuero cabelludo ni en otras cosas que sirvan como donantes. Esto complica la extracción de unidades foliculares para implantar.

Edad

Entre las condiciones que deben cumplir los pacientes para someterse al injerto capilar, la estabilización de la alopecia es un factor importante. Por ende, la edad tendrá mucho que ver en la posibilidad de realizarlo.

Esta cirugía no se recomienda a personas que han comenzado a desarrollar calvicie antes de los 25 años. Antes de los 30 años, el patrón de pérdida capilar no se ha establecido ni ha alcanzado su nivel máximo de daño al cuero cabelludo.

Si se realiza un injerto de pelo antes de tiempo, la caída de las hebras continuará. Y, aunque el cabello que ha sido trasplantado se mantendrá en su lugar, comenzarán a aparecer calvas en otras zonas.

Calvicies incurables

Los pacientes que por lo general son candidatos a la intervención, son aquellos que padecen alopecias del tipo androgénica o cicatricial provocadas por lesiones o quemaduras. Pero, existen otros casos que no pueden resolverse a través del implante capilar.

El principal tipo de caída del cabello que no es candidato al injerto, es la alopecia areata. Se trata de una enfermedad de carácter autoinmune, en la que el propio sistema inmunitario detecta a los folículos pilosos como peligrosos y los ataca erróneamente.

Esta clase de alopecia es transitoria, pero puede ir y venir sin avisar. Quienes sufren esta clase de calvicie, por lo general la experimentan en varias ocasiones. Por ello, repoblar los parches calvos que esta enfermedad causa, no tendría sentido. Pues siempre existirá la posibilidad de que el cuero cabelludo tome a los injertos como cuerpos extraños y los rechace.

También es imposible realizar un injerto de pelo en personas que padecen psoriasis, eccema o dermatitis seborreica.

Pelo fino

Cuando se considera a un paciente para un injerto capilar, se toma en cuenta la forma, textura, color y grosor de su pelo. Así que, si se tiene un cabello demasiado fino, el trasplante no será posible. Esto debido a que, si se realiza un trasplante con pelo fino, los resultados no son satisfactorios. Este grosor hará difícil que pueda recrearse la densidad capilar necesaria.

Enfermedades o trastornos

Existen enfermedades de la piel que, como hemos mencionado antes, hacen imposible la ejecución del trasplante de cabello. Tal es el caso del eccema, la dermatitis seborreica y la psoriasis. Cuando se efectúa esta técnica en pacientes que padecen tipos de patologías cutáneas graves, los resultados podrían ser deplorables. Puesto que no existirá un buen sustento para los folículos y esto podría afectar el crecimiento del cabello. Pudiendo incluso, empeorar la enfermedad en la zona tratada.

Tampoco puede ser realizado en personas con trastornos alimenticios. Debido a que estos pacientes tienen un gran déficit de nutrientes, por su carente alimentación. Lo que lleva a una caída del cabello difícil de controlar.

La tricotilomanía, por su parte, es un trastorno que se caracteriza porque quien lo padece, se arranca de manera compulsiva el cabello. Lo cual, puede ser un problema al realizar la cirugía. Para considerarla, es necesario que tal condición haya sido superada. Cuando no ocurre, existe una alta probabilidad de que el pelo implantado vuelva a ser arrancado.

Falta de zona donante

Para realizar el injerto de pelo, es necesario tomar pelo de un área con folículos activos y llevarlo a la parte del cuero cabelludo con alopecia. Esta es conocida como zona donante y es necesario que cuente con suficiente densidad para repoblar la cabeza.

Si la zona donante tiene una densidad muy baja de pelo, no será posible extraer folículos para ejecutar el procedimiento. En estos casos, el trasplante de cabello no se recomienda.

¿Qué opciones tienen los pacientes que no pueden someterse a un injerto capilar?

Si bien, la cirugía capilar es la única solución definitiva a la alopecia, cuando no es posible su ejecución, pueden considerarse otras técnicas. Los siguientes procedimientos podrán ayudar a retrasar, disimular y mejorar la calvicie en algunos casos.

Mesoterapia capilar

Es un tipo de Bioestimulación que se lleva a cabo aplicando nutrientes al cuero cabelludo a través de microinyecciones. Colocando vitaminas, minerales, oligoelementos y ácido hialurónico, esenciales para la salud capilar.

Fármacos

El Minoxidil es una de las opciones más utilizadas para controlar la caída del cabello. Existen además otros medicamentos a base de queratina o biotina, que pueden ayudar a mejorar el crecimiento del cabello. Haciéndolo, además, más fuerte y sano.

Micropigmentación

Si se busca una solución rápida y estética, el tatuaje del cuero cabelludo puede ser una excelente alternativa. Esta técnica simula el pelo rapado, permitiendo aumentar visualmente, la densidad del pelo.

 

 

 

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